lunes, 31 de mayo de 2010

III. PLANTEAMIENTO, OBJETIVOS E HIPOTESIS.

A la vista de lo que se acaba de exponer y teniendo en cuenta lo siguiente:

1. La inclusión del trastorno de pánico en las últimas clasificaciones psiquiátricas ha supuesto una mayor conocimiento de esta enfermedad y se han realizado numerosos estudios encaminados a conocer la patofisiolo­gía de la enfermedad, a pesar de lo cual los resultados son por el momento poco concluyentes.

2. El trastorno de pánico puede ser tratado efectivamente por ciertas drogas, sobre todo aquellas con actividad serotonérgica por lo que es razonable pensar que el neurotransmisor serotonina esté involucrado en la patofi­siología del trastorno de pánico.

3. No es posible la realización de pruebas directas de medición de la actividad serotonérgica central en huma­nos. Se sabe que la serotonina influye en la secreción de hormonas por la pituitaria y se presupone que las respuestas de hormonas de la hipófisis anterior después del estímulo serotonérgico resultan de la estimulación de los receptores serotonérgicos, por lo que las pruebas neuroendocrinas son un método muy útil para la medición indirecta de la actividad serotonérgica central (35).

4. A pesar de que varios autores han utilizado este abordaje para el estudio de la actividad serotonérgica central en el trastorno de pánico, los estudios son insuficientes ya que no existen datos concluyentes ni consistentes con respecto a la respuesta hormonal a un estímulo serotonér­gico en el trastorno de pánico, debido en parte a la diferente potencia como agentes serotonérgicos de las sustancias utilizadas y a las diferentes dosis y vías de administración utilizadas.

5. Se trata de una enfermedad prevalente e invalidante, por lo que se considera de interés realizar un nuevo estudio con dosis bajas de clomipramina intravenosa, sustancia con especificidad por el sistema serotonérgico, de cara a un mayor conocimiento de la patofisiología de este trastorno.

Se considera de interés realizar un nuevo estudio de estimulación neuroendocrina con dosis bajas de clomipramina intravenosa, sustancia con especificidad por el sistema serotonérgico, de cara a un mayor conocimiento de la patofisio­logía de este trastorno.

NOS HEMOS PROPUESTO:

1) De forma general:

Obtener un índice de la sensibilidad de los recepto­res 5-HT en el trastorno de pánico, mediante la medición de los cambios resultantes en las concentraciones plasmáticas de hormonas cuya liberación es regulada, al menos en parte, por la actividad serotonérgica central, después de la infusión intravenosa de un estímulo serotonérgico con clomipramina.

b) De forma específica.

1. - Conocer los niveles hormonales basales de prolacti­na, cortisol y hormona de crecimiento en el trastor­no de pánico, saber si existen diferencias con los controles y saber si los valores varían según las diferentes edades y sexos.

2.- Verificar que la clomipramina intravenosa es una buena elección como agente serotonérgico en una prueba neuroendocrina, capaz de provocar una res­puesta hormonal tanto en el trastorno de pánico como en controles y ver si existen diferencias en la respuesta entre los grupos, para intentar deducir el grado de sensibilidad de los receptores serotonérgi­cos en el trastorno de pánico.

3.- Saber si en la respuesta hormonal a un estímulo serotonérgico existen variaciones con respecto a la edad y el sexo, que pudiesen influirnos a la hora de comparar los valores hormonales de ambos grupos diagnósticos: trastorno de pánico y control. Averiguar en que momento se producen las mayores concentraciones plasmáticas del fármaco y si se detectan niveles de su metabolito a lo largo de toda la medición hormonal. Averiguar si existen diferen­cias farmacocinéticas, reflejada por la curva de concentraciones del fármaco, entre los diferentes diagnósticos: trastorno de pánico y control, y si existen diferencias con la edad y el sexo. También nos interesa observar en los pacientes seleccionados para esta prueba neuroendocrina las variables sociodemográficas y clínicas, personalidad, nivel de ansiedad, nivel de adaptación, evaluación global, nivel de estrés y escala de fobias en los pacientes con trastornos de pánico.

4.- Examinar las correlaciones entre los niveles basales de hormonas (prolactina, cortisol y hormona de crecimiento) y su correspondiente respuesta hormonal máxima después del estímulo serotonérgico. Estudiar la correlación entre los valores basales de hormonas en el trastorno de pánico.

5.- Saber si existe una relación entre los valores hormonales basales y la concentración plasmática máxima alcanzada por el fármaco.


6.- Saber si existe una relación dosis-respuesta entre la concentración alcanzada por el fármaco y la respuesta de las distintas hormonas.

7.- Estudiar si existe relación entre las respuestas de las distintas hormonas al estímulo serotonérgico.

HIPOTESIS:

1. La respuesta de prolactina al estímulo serotonérgico con clomipramina está aumentada en el trastorno de pánico.
2. El cortisol basal está elevado en el trastorno de páni­co así como su respuesta a la clomipramina.
3. La respuesta de hormona de crecimiento a la clomipramina está elevada en el trastorno de pánico.
4. No existe correlación entre las respuestas de prolactina, cortisol y hormona de crecimiento al estímulo serotonér­gico con clomipramina ya que su secreción depende de dife­rentes mecanismos.
5. En el grupo de edad en los sujetos que participan en el estudio, no esperamos encontrar diferencias en la res­puesta hormonal al estímulo serotonérgico con respecto a la edad, ya que la prolactina disminuye en edades avanza­das y la disminución de la hormona de crecimiento se hace patente a partir de los 40 años; Con respecto al sexo, podrían estar incrementadas las respuestas de prolactina y hormona de crecimiento en mujeres ya que la secrección de ambas está aumentada por el efecto de los estrógenos (389).

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